Nuestra historia

La Casa del Barranco es una casa típica canaria construida en el año 1910. Como muchas casas canarias, la Carretera Vieja de Tenerife marca el límite de la vivienda y nos lleva alrededor de la isla de pueblo en pueblo. En sus inicios, la casa familiar se componía de tres partes:

  •  La primera parte se situaba a un lado de la carretera, ahí se hacía la vida familiar y se recibían las visitas del pueblo en un amplio salón con cocina y bodega.
  • La segunda parte de la casa, al otro lado de la carretera, es la actual Casa del Barranco, donde antiguamente se encontraban los dormitorios de la familia.
  • La tercera parte de la casa era un salón situado debajo de los dormitorios que servía como almacenamiento para las cosechas de la familia, especialmente para las papas y el vino. Este salón sirvió durante la época de la guerra como tienda de alimentos y ayudó a muchas familias a pasar los estragos de aquella época.

La Casa del Barranco está rodeada de huertas que sirvieron para el cultivo de la familia y para exportar papas y tomates hacia América.

La madera de la casa fue importada desde allí en barco y, si nos fijamos bien, aún podemos observar algún sello “U.S.A.” en las paredes.

El suelo y el techo de madera hacen de La Casa Del Barranco un hogar acogedor y con mucho encanto. Asimismo, las ventanas y las puertas de gran tamaño aportan la amplitud y la luminosidad perfecta para disfrutar de una estancia tranquila en un hogar entrañable retirado de la ciudad y con mucha historia.

La Casa del Barranco es una casa típica canaria construida en el año 1910. Como muchas casas canarias, la Carretera Vieja de Tenerife marca el límite de la vivienda y nos lleva alrededor de la isla de pueblo en pueblo. En sus inicios, la casa familiar se componía de tres partes:

  •  La primera parte se situaba a un lado de la carretera, ahí se hacía la vida familiar y se recibían las visitas del pueblo en un amplio salón con cocina y bodega.
  • La segunda parte de la casa, al otro lado de la carretera, es la actual Casa del Barranco, donde antiguamente se encontraban los dormitorios de la familia.
  • La tercera parte de la casa era un salón situado debajo de los dormitorios que servía como almacenamiento para las cosechas de la familia, especialmente para las papas y el vino. Este salón sirvió durante la época de la guerra como tienda de alimentos y ayudó a muchas familias a pasar los estragos de aquella época.

La Casa del Barranco está rodeada de huertas que sirvieron para el cultivo de la familia y para exportar papas y tomates hacia América.

La madera de la casa fue importada desde allí en barco y, si nos fijamos bien, aún podemos observar algún sello “U.S.A.” en las paredes.

El suelo y el techo de madera hacen de La Casa Del Barranco un hogar acogedor y con mucho encanto. Asimismo, las ventanas y las puertas de gran tamaño aportan la amplitud y la luminosidad perfecta para disfrutar de una estancia tranquila en un hogar entrañable retirado de la ciudad y con mucha historia.